
Bien supieron los peregrinos alzarse sobre el pedregoso camino que les tocaba de andar, les moviá el amor más perseguido y la fé más rotunda y solo por ello consiguieron encontrar sus destinos por los difíciles parajes de la vida, por las insólitas veredas del infortunio y las oscuras sendas del paso.
Corage, la palabra que no debe de fallar en nuestro vocabulario diario para afrontar de cara los problemas de nuestra vida, para rascar los peldaños más abruptos de nuestros pasos y poder gritar fuerte en rebeldía...pero sobre todo en libertad.
Libertad de desquitarnos de sombras que nos atormentan y avistar nuestro destino como el más prometedor de las buenaventuranzas, de coger nuestras manos, apretar nuestros puños y sentir la vida en nuestro interior, sentir como la brisa cálida de verano se adentra en nuestros pulmones y ese húmedo sabor a sal marina cala hondo en nuestras entrañas, para poder imaginar la más bella estampa jamás soñada...y que se hará realidad pronto...muy pronto.

A veces necesitamos una mano que nos saque del oscuro pozo, una luz que guíe nuestro tenebroso destino de sombras y alce la voz para despertarnos de nuestra pesadilla constante de la vida, en donde el dolor y la melancolía se hicieron fuertes compañeras de viaje.
Existen veces que no encontramos luz y vamos dando tumbos, sabiendo que debemos de salir nosotros mismos ya que no vemos cosas o gente que merezca la pena en el exterior y pensamos hacia dentro...para que salir, para que salir a un mundo donde los besos sepan a mierda, donde los te quiero se esfuman al alba, y las almas son oscuras como el tizón.
Veo mejor naufragar en mi mundo de fantasía y colores que aunque quizás no tenga ni las ganas ni el ahínco suficiente para reflejarlo, siempre me quedará la ilusión de mostrar los colores más bonitos ante las almas vacías, de pensar que alguien me quiere o que la vida no es esto...
Suburbios necios en los que naufrago estos días sin sacar nada en claro, solo la esperanza que más allá de la colina, más allá del horizonte donde no alcanzan mis ojos esperan momentos mejores, ratos inolvidables y besos eternos...bastante tiempo hace que alzé mi vela navegando a la deriva...en círculos y sin rumbo, abandonado a la tempestad sin que ningún brazo venga a sacarme del vendabal...mis brazos se cansaron hace tiempo de alzarse altos y animosos.
Mis ultimos recuerdos, mi ultimo mensaje de esperanza flota en una botella en busca de las manos de aquella naúfraga de cualquier isla desierta de amor quiera recogerla...o se hunda en el fondo del océano por siempre.