.: Las Lineas Del Kaos :.

"Un blog sin aspiraciones, pero con todas las ilusiones de un soñador"


Para el recuerdo




"La felicidad es como esa bella mariposa que se asusta y vuela lejos de mí si intento perseguirla y retenerla, en cambio si solo la contemplo puede posarse junto a mí"

Siempre quedarán mis sueños




Si alguna vez me ves distante golpea bien fuerte mi corazón, le repetía cada noche...Porque él sabía que aquella distancia era la falta de ahínco, su corazón necesitaba una sobredosis eléctrica de pasión y era dificil vivir así, encontrándola a ráfagas...

Aquella noche me veía danzar sobre la luna con su estúpido pensamiento de que quizás la próxima vez sería su soñada, y así se dormía sin saber quizás si su destino se marcaba correcto o se estaba torciendo torpemente...los resultados darían la razón.

Vió pasar miles de rostros por su cabeza, apenas reconocía unos cuantos, y qué mas dá si ellos reconocerían el mío y sus corazones seguirían tan intertes como sus mentes. Se empalagó de tanto cinismo, de las buenas caras y las puñaladas por la espalda, de las promesas incompletas, de las mujeres que se contoneaban al son del humo vendiendo su cuerpo por un vídrio, una última mezcla de aquel líquido que le hiciera perder aún más la conciencia, tan despampanante por fuera, tan inerte por dentro...

Y bien supo diferenciar las almas vacías, se asutó, pero decidió que aquella noche lo mejor era volver a dormir, volver a soñar en su mundo y poder hacer más estrecho su continente...

La felicidad entre la espuma




Mi relación con el mar siempre ha sido muy estrecha, desde pequeño ya sentí el olor a sal en mis pulmones y todo lo relacionado con ello me ha traido siempre buenos recuerdos. Se me antoja como una vía de escape a todos los problemas que me rodean, es aquella suave sensación de sentir que podría estar mirando el horizonte durante horas sin aburrirme.

Siempre es necesario desconectar de todo, en busca de nuestro destino, un viaje para encontrarnos con nosotros mismos, con la plena felicidad, y pienso que es algo más fácil de encontrar de lo que pensamos, solo tenemos que dejarnos guiar por nuestros instintos, aquellos que nos producen las sensaciones más agradables y no dejar de renunciar jamás a nuestros sueños, por más locos que parezcan.

Durante mucho tiempo me he hallado bajo la espesa niebla, viendo que todo lo que me rodeaba era negativo, y todo aquello hace que consigas hacer una montaña a todo lo que te va llegando y seas incapaz de tragarte el día siguiente. Sabes que es el momento, el movimiento más sencillo y a la vez más complicado, dejar de pensar en aquello que nos rodea por un tiempo, disfrutar con lo que nos hace feliz, y ver los problemas desde otra perspectiva, ahora seguro que los volvemos a ver mucho más objetivos e insignificantes que antes.

Aquel camino que cada cual debe encontrar por sí mismo a veces está muchísimo más cerca de lo que uno cree, poco a poco irá desapareciendo la niebla e iremos encontrando muchos momentos fascinantes que contar, que vivir y sentir, todo depende de nosotros, si queremos seguir anclados en nuestras rutinas, o si queremos despegar y volar, y sentirnos tan libres como aquel horizonte, sentirnos tan fuertes como la espuma que rompe contra la escollera...nuestros sueños por difíciles que parezcan a veces están mucho más cerca de lo que pensamos...todo es valorar positivamente lo que quizás pasamos desapercibido ahora.

Pide un deseo




Tus brazos se cerraron contra mi pecho en forma de presión, sentí de repente una ráfaga de calor momentánea que hizo agudecer mis sentidos, mi piel volvía a rizarse cuando escuchó aquellos susurros de primavera de tus labios, una melodía embriagadora que atizaba todos y cada uno de mis rincones del alma.

Me miraste con aquella mirada segadora de la vida, aquella imponente en la que rendirías a cien mil cobardes, pasé mi mano por tus caderas, aquellas que sabían como contonearse al son de tus firmes pasos, aquellos pasos que sabían perfectamente de donde venían, quienes eran y hacia donde íban.

Acaricié tu pelo, como el más suave y liso de los terciopelos...sabía que en aquel mismo instante el veneno se apoderaría de mí, mi alma se fundiría en un solo cuerpo...pero con alas, y mi única misión sería bombear junto a tí nuestros rebeldes corazones, hasta el amanecer...hasta el infinito.

Tumbados en aquella cama, el mundo dejó de girar, y si lo hacía en aquella habitación no importaba nada, sólo el ahínco de sentir el próximo beso más fuerte, más profundo...más sincero. Sabía que querer era dar más de cuatro besos, aquel cosquilleo por el estómago...aquellas caricias en la nuca, aquellos susurros de madrugada, y el roce de aquel cuerpo caliente, tan dulce y tan divino que harían a cualquier mortal caer en la locura.

Porque sé que en cada latido pienso en ello, porque es esa pasión la que me hace seguir vivo, porque en mi continente no existen los limbos, simplemente el anhelo de encontrarte.

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Poeta, tras un chasquido de dedos se dirigieron a él con esas palabras, alegres querían que les entonara unos bonitos versos para sus oídos, para sus vestidos borrachos de penas. Demasiado laurel para un simple trovador, siempre rehuyó de multitudes y esta sería su enésima ocasión aunque para sus adentros pensó que era demasiada miel, para aquellas bocas de asno.

'A cualquiera llaman poeta' susurró a la noche, tras una patada inerte a una lata vacía hacía reventar el mundanal silencio que reinaba en aquella calle grís, mientras se perdía en la penumbra. Hacia ningún sitio como siempre con aquel ideal de dejarse sorprender por el destino, de avanzar según lleguen las cosas y también porqué no de esquivar las piedras que tiran a dar.

Y siempre estuvo soñando, cada minuto, cada instante de su vida era un sueño, muchos pensaban que abusaba, en él nunca interesaron otras opiniones, decía siemplemente que él se dedicaba a pintar la vida de colores, para hacerla menos fea si no fuese bonita.

Y sonrió, quería de nuevo retomar su continente, quería de nuevo volver a sentir las nuevas sensaciones de la vida, quería sentirse más vivo que nunca, abrazar las estrellas y sentir la brisa de Septiembre, porque desde ese día supo que algo bueno estaba por llegar...ya verán.

De la mar...




De la mar, de la mar marina divina y remota como una gaviota llegó hasta mi barca
de la mar, la última botella de un náufrago errante
con su testamento de pobre emigrante y decía la carta...
Llevo en mi corazón como una maldición que recorre mis venas
de saber lo que envenena morir desterrado
de mi mente no se van recuerdos criminales, de noches frente al mar cantando carnavales
Mi barrio, mi gente, mi continente de la alegría
donde los días eran de fiestas
y las noches seguían con nuestra cruz a cuesta
La plaza del Falla, la gran muralla de mi locura
las aventuras de los portales donde las niñas juran cariños inmortales
De la mar, de la mar marina divina y remota seguía la carta por Cai suspirando
y que suspirando se iba desangrando por cada recuerdo que recomponía
Le temblaban las manos, cuando llegó el final....
para morir sin tí hubiera preferido no ser gaditano.



D. Juan Carlos Aragón

Al segundo continente




Aquella noche, la brisa de Cádiz tenía un olor especial, avistando desde La Caleta el horizonte más infinito pudo notar una fragancia embriagante, una mezcla de sabores, sones y olores que venían de otro continente, allí donde se perdía el océano...con un acento latinoamericano, pero sabiendo a Cádiz.

Se fundieron en un abrazo, pero no fué ese día, fueron más de 100 años de regazos, aquel continente que latía solidaridad nos esperaba durante muchísimo tiempo, como aquellos hermanos que nunca pudieron verse pero se reconocieron enseguida, eran tantísimos años bebiendo de Cádiz que el tiempo quiso pararse en carnaval, para que en unos instantes ambos continentes latieramos a la vez, al mismo son, bajo los mismos compases, bajo ese hechizo mágico en los que cualquier mortal danzaría por siempre sin pausa...sin prisa.

Nos debíamos tanto el uno del otro que pese a ese charco inmenso que nos separara, nuestro latido rugía en silencio en el Pacífico...en el Atlántico manteniéndonos vivos junto a esa melodía que nos atrapa más y más, junto aquellos ojos de esa bella muchacha, aquella América Latina que rebosaba revolución, al igual que tantísimos corazones nuestros al sur del sur, donde acaba el continente y comienza otra vida.

Y esta letra, distinta, diferente, no va dedicada a una de las más bonitas mujeres, ni al amor más rotundo, simplemente es un homenaje a tantísimo que nos debemos los unos de los otros. Que vuestros latidos sigan tronando fuertes y revolucionarios, que nuestra lucha continúe pese al gran charco, que el abrazo más bonito y más infinito caiga sobre nuestras vidas.