
Quiero que sea de día, para convertir en atardeceres mis besos, que el regazo más sublime encarne nuestros días, para que los haga viento, y soplen al mar y que bajo el las sirenas con ese compás de veneno rejuvenezcan todas sus escamas, para que cuando llegue el día de ser princesas sean las más relucientes de la tierra...y de los mares.
Revolotear por el paraíso en busca de un arcoiris infinito, para poder pintar todos mis versos de todos los colores que nuestras mentes no imaginen, que se haga la vida prisionera de canciones, de esas que tanto nos enamoraron de adolescentes, y que hoy recordamos lentamente al son de unos tiernos besos.
Sabré hoy, como ayer, que la luna vestirá mi alegría una vez más, que como fiel compañera verá como a cada paso de cada latido mi corazón se achica más y más, cada vez que el continente se me encoge en mis manos, cuando sólamente tengo el brillo de tu mirada como guía, la luna desistió...no es cualquiera la más guapa.
Y mil y un suspiros salieron de sus bocas, mientras sentía como su pelo se recostaba sobre su pecho en un cosquilleo agradable y dulce, no sabía si esa era la vida que había soñado, tampoco podía apenas adivinar si aquella era la chica de sus días, pero recordarán por siempre que una mirada bastó, para dar un latigazo de pasión en forma de besos...en forma de poesía por siempre.

Quizás algún día de tus días me dejes penetrar serpenteante por cada uno de los rincones de tu piel, me dejes entrar en forma de viento de levante para subirte la falda, para juguetear con tu pelo y golpear con mi brisa tu cuerpo...acariciándote en un susurro. Quizás algún día de tus días me dejes desquebrajar tu alma con mis rayos de luz en los que guardo todos los besos que siempre escondí.
La luna te esconderá los defectos con su brillo y te relumbrará en destellos todo lo lindo de tu vida, aquellos lindos ojos que servirán de faros centinelas para el paso de todos los mercantes que surquen los mares en busca de corazones...que ya escasean.
Y que más podré hacer, para que uno de esos días de tus dias tu alma reviente de alegría y veamos cada uno en el otro el paraíso, cuantos cantos de cisnes pasarán por nuestras primaveras, cuanta espuma de mar para cubrirnos los pies necesitaremos, para que entendamos que en todos aquellos regazos que anduvimos, en cada instante de nuestra vida, nuestro corazón latió por un motivo.
Y por ese motivo es por el que cada día sonreimos a la vida, porque siempre en cualquier recóndito lugar habrá un alma que golpee fuertemente nuestro pecho a forma de un latido tan grande que nos haga temblar, que haga que nuestro sudor se vuelva frío, y que las ganas de amar se eleven hasta lo más infinito del arcoiris, allí donde duermen los sueños.

Me entró como un cosquilleo serpenteante de abajo hacia arriba, me hizo estremecer hasta el más profundo de mis sentidos, y sentí en ese momento que me dejaba el alma tras cada compás, que moría tras cada verso y esa sensación de ardor y placer no abandonaba mi cuerpo...mi garganta algo quebrada deseaba reventar sus cuerdas vocales las melodías más prohibidas, las más embriagadoras y por aquellas que entre compás y copas habíamos suspirado cada noche a la orilla del mar, oliendo a nuestra tierra, sintiéndola tan dentro.
Veneno lo llamaban algunos, vida para otros, un sinfín de sinónimos para debatir lo que realmente es un sentimiento, y ello siempre queda sin adjetivo y sin definición, sólamente hay que sentirlo, escucharlo y vivirlo y simplemente cuando aquel gusanillo te pique con cada nota, notarás que esto está hecho para tí, quizás no para ser un grande, pero simplemente para vivirlo que ya es bastante.
Cuando sientas que cada latido de tu corazón rebose la sal de tu tierra, cuando notes que ese son de compases te enamore con cada golpe, con cada vaivén de esa armónica sintonía, cuando realmente te notes que morirías por ello aunque no nacieras entre escolleras, ni aunque tus padres no te hubieran llevado descalzo en bajamar en un paseo por la Caleta.
Con un par de compases bastan, para descubrir que cada sentido muere por esto, y cuando sepas que no hay orgullo más grande que defender las verdades junto un par de amigos que enloquecen por esto como tú, en ese mismo instante te darás cuenta que cada veneno que aspires en cada nota será un peldaño más para reventar de alegría junto a un par de amigos...
Y no será hasta cuando notes que tu retoño retome cada segundo de tu vida, intente robar cada instante de su padre, intente imitar cada melodía de tu voz...ahí te darás cuenta que mereció la pena tantos años de sacrificio con tantos amigos que llegaron se fueron y aun siguen, que forjaron un peldaño más de tu vida en los que te sentiste vivo junto a un puñado de verdaderos amigos, y ese será el premio más grande que podrás encontrar en el camino el que te brinden tus compañeros que luchen y sientan el carnaval junto a tí.
